miércoles, 22 de julio de 2015

El monstruo y la sombra de Maqua

Javier Maqua narra, despieza un recuerdo, lo desmigaja, pero, aparentemente, sin intención. Cuenta, cuenta y cuenta anédotas sin parecer darle importancia, analizarlas ni juzgar. Así va pasando la vida de este chico y Benigno Gómez Gómez o Gómez al cuadrado o Zoquete o, simplemente, Zoco. Sus vidas se encuentran en el vecindario de su abuela donde come la familia cada sábado y a partir de ahí se vuelven a cruzar en el colegio y, de nuevo, en su barrio.

La sombra, como la novela de Maqua, es la posguerra española, la sombra que cubre estas situaciones que crea este caldo de cultivo donde pueden desarrollarse estas y otras historias parecidas, es el monstruo de la guerra. Como describe la contraportada de La sombra (Piel de Zapa, 2015) "Fue una infancia de monstruos reales y cuentos monstruosos; un moribundo eterno nos acechaba por todas partes..."

miércoles, 8 de julio de 2015

Peluquera en serie

Las esperpénticas historias de una peluquera que ha ejercido en el madrileño barrio de Malasaña desde 1974, estrenan su nuevo pase de los lunes en su tercera temporada (los martes desde el 12 de mayo, también los lunes desde el 6 de julio) en el Teatro Lara. Lavar, marcar y enterrar, es una comedia de la compañía Montgomery con juegos de palabras y humor almodovariano de diálogos ágiles. En un tono tirando al cine de Tarantino, también su banda sonora, las conversaciones se empiezan a liar en los detalles más absurdos hasta el punto de hacernos reír de lo inverosímil de la situación.

Mientras un tigre y una zorra retienen a punta de pistola a una peluquera y su empleado en la peluquería Corta Cabezas, los nervios de Fer, el joven y extraño empleado de Gabi, la dueña del local, le llevan a delirar en sus recuerdos de su primera comunión, el ejemplo más claro del humor negro de esta aventura de JuanMa Pina. El novel dramaturgo ha sido mejor autoría y dirección novel Mi Butaquita y candidato al Max de Autor Revelación de 2015 por este gran texto.

viernes, 3 de julio de 2015

Victorias, feliz centenario y concierto íntimo

Un juernes se reúnen unos amigos, unos modernos con unas de sus zapatillas preferidas, las que les llevan acompañando ya cien años en cada paso que dan. Una buena compañía, música en directo y unas cervezas, incluso unas copas. Un plan perfecto.

Comienzan a sonar acordes de un par de guitarras acústicas y una voz tan suave y melódica que te mece en el aire. Son tres de los componentes de Hynkel. El grupo madrileño compuesto por seis integrantes acude a la cita al 50 por ciento en cantidad, pero no en calidad.

Al igual que Miguel Jiménez, voz de Hynkel, se mueve sobre su silla, algo dentro de nosotros se revuelve, algo baila en nuestro interior y el alma sale del cuerpo y explora nuevos espacios y sensaciones con su ritmo entre el pop indie y un toque blues. Unos temas muy personales, con letras significativas, sin rimas fáciles ni tonillos manidos.