
Como todo en esta vida,
las modas pasan. Pasan y se rescatan. Muy cíclico este mundo, ya lo decían los Mayas, y el de los
fashion victim más todavía. La moda no solo modifica una forma de vestir, si no que se refleja en varios ámbitos de la vida de los que la siguen. Cambias tu armario, tu peinado, tus gafas de sol o complementos, la música de tu iPod... Y el que corre detrás de ella a toda costa, ya no es un
hippie o un
mod o de una tribu urbana, si no que responde a una actitud de
eternal moderno.