lunes, 18 de septiembre de 2017

Ya no soy Hipster soy Rockandroller

Como todo en esta vida, las modas pasan. Pasan y se rescatan. Muy cíclico este mundo, ya lo decían los Mayas, y el de los fashion victim más todavía. La moda no solo modifica una forma de vestir, si no que se refleja en varios ámbitos de la vida de los que la siguen. Cambias tu armario, tu peinado, tus gafas de sol o complementos, la música de tu iPod... Y el que corre detrás de ella a toda costa, ya no es un hippie o un mod o de una tribu urbana, si no que responde a una actitud de eternal moderno.

"Ahora ya no soy un hipster soy un rockandroller", creo que será la afirmación de muchos de estos modernos. Cada vez me encuentro más con esa tendencia, los hipster que venían de los gafapasta, se nos están cortando las barbas... La saga cayó y hay otros que ya se están reconvirtiendo para no ser expulsados de sus puestos de estilista de su grupo social. Lo vintage es la tendencia de la década imagino y hay que ir rescatando lo que se pueda... Lo pin-up tuvo un momento, pero ahora creo que es su segunda juventud. Acompañado con multitud de música rockabilly y el swing.

Así tenemos un incipiente crecimiento de número de bandas, más oferta en salas de conciertos y hasta festivales de rock and roll, R&B o soul. Los carteles de las salas de música en vivo antes llenos de cantautores, ahora de hombres orquesta o one man band como se dice ahora, muy a la moda.

Entre esos locales que se han subido al carro de los rockandroller tenemos Fun House con un cartel para septiembre muy atractivo. El jueves pasado tuvimos una buena prueba de ello con MFC Chickens (Music For Chickens) más de una hora de locura sobre el escenario y abajo de él, la pista de baile, incluso la barra, también fueron una completa locura. Sudamos la gota gorda con estos auténticos pollos sacados de los años 50, que nos llevaron por un momento a un bar americano de su tiempo.

Otras como Gruta 77 proponen algo de rock and roll y otros más heavies. La Coquette y la Bogui Jazz tirando más al jazz y al blues. Y encontramos sesiones dedicadas al swing y al rock and roll en varias míticas, como el Rock-Palace, la Rock-ola, la Moby Dick o Clamores.

Cuando veas las barbas de tu vecino cortar... Es que cayeron los hipsters y con ellos el indie. Así que ya estás avisado, saca tu chupa de cuero, tus camisas de cuadros escoceses, los polos de bolera o vestidos de lunares y grita "larga vida al rock and roll".



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