miércoles, 18 de enero de 2017

El extraño caso del músico ermitaño

Un tipo muy singular. Tanto a la vista como al oído, Ángel Stanich es un personaje inusual donde los haya. Su voz es de las que o encantan u horrorizan, su estética es de barbudo y melenudo descuidado y hasta su carácter es diferente al de otros músicos, se escapa todo lo que puede de la esfera pública.



Sus letras las describe como guiones seductores de vaivenes cotidianos que devienen en surrealismo perverso, toda la razón. Le caracteriza la originalidad es todos los sentidos. Es un genio introspectivo, todo hacia dentro, de ahí la calificación de ermitaño. Incluso, no quería tener ni Facebook ni web, de hecho su primer y único disco, Camino Ácido, es de producción indie y sigue siendo de propiedad privada.

Este sábado tenemos una oportunidad muy exclusiva de verle en sala But de Madrid (Barceló, 11) ya que el escurridizo artista casi no se deja ver, solamente sobre los escenarios. Por eso mismo las entradas para el concierto del 21 de enero están prácticamente agotas. Además este evento será más especial si cabe pues es la última cita de su gira, la ceremonia de clausura de su tour prácticamente nacional, que le ha sacado de paseo por Londres exclusivamente.

Esta gira de más de 250 eventos durante dos años le ha llevado por muchas salas y festivales, en su gran apuesta por el directo, y como su única forma de darse a conocer, ya que no le gusta mucho contactar con medios. De esta manera se ha servido de sus actuaciones en dos tipos acústico o acompañado por la Stanich Band compuesta por Alex Izquierdo al bajo, Lete G. Moreno batería y Victor L. Pescador a la guitarra.

La semana pasada se anunciaba en su página de Facebook que sólo quedaban unas 100 entradas. Pero, todavía puedes conseguir una para disfrutar de este arcano del rock patrio si estás avispado. No te pierdas su directo, al igual que el paso de un cometa o un fenómeno extraordinario, no sabemos cuándo se podrá volver a repetir.


No hay comentarios:

Publicar un comentario