miércoles, 11 de mayo de 2016

La gatera, ciudad de foodies

Madrid es la ciudad ideal para gatos y para foodies. Por eso vamos a preparar cinco planes que le harán salivar como a un perro de Pávlov... Advertencia para el lector: cuidado no se le caiga la baba sobre el teclado.

1. Cañas por el barrio de Lavapiés. Este distrito madrileño es un auténtico crisol de culturas que presenta una gran variedad de restaurantes étnicos, multiculturales y de cocina de fusión. Pero lo mejor de Lavapiés es ir de cañas y tapear. Hay varios locales de buen gusto, pero citaré las tres mejores opciones.

Lamiak, en la parte de arriba del distrito (calle de la Rosa, 10), mucha variedad de platos verdes, pero también carnes como el roast beef con mostaza de Dijón y pepinillo y una carta de vinos con buenas sugerencias. La Musa de Espronceda (calle Santa Isabel, 17) con una barra de pintxos con nada que envidiar a las del mismo Bilbo, como el pastel de patata y morcilla rebozado, calabaza con queso de cabra y tomate o el tropical con verduras, espárragos y piña. Y un típico del barrio, el Casa Melo's (calle Ave María, 44), no te puedes ir de la zona sin probar sus espectaculares zapatillas de lacón y queso de tetilla, también son especialistas en croquetas y pimientos del padrón.

2. Mercado, museo, cañas, tapas, conciertos... Eso es el Mercado de Motores (estación de Delicias), mucho más que un mercado. En el mercadillo, artesanías, productos premium, biológicos, artículos vintage, y algunas rarezas. Por el patio, zonas de relax para tomar zumos naturales, cervezas, vinos o mojitos, probando comidas rápidas pero de calidad, las caravanas de tacos, perritos, o crepes, ya no son las únicas, ahora tienes de croquetas, paella, migas o, incluso, jamón serrano. Y todo esto deleitando a tus oídos con música en directo, ya sea un cuarteto de jazz o un deejay pinchando chill out.

3. Tapas cien por cien madrileñas. Madrid Productores es una alternativa parecida al mercado de Delicias que lleva organizándose desde septiembre del 2014. En este caso presenta las materias primas de la región a sus vecinos desde la plaza de El Matadero (Paseo de La Chopera, 14). Este mercado de productos locales de la Comunidad se celebra el último fin de semana de cada mes. Y ha sumando a su vocación comercial una faceta gastronómica con una zona de degustación de 800 metros cuadrados con música ambiente y casi un centenar de expositores.

4. Rastro y Latineo, el barrio de la Latina tiene su mayor esplendor los domingos, tras un paseo por el Rastro en busca de una ganga o un bien muy preciado, podemos tomar unas cañas y sin renunciar a degustar buenos productos en un ambiente distendido. La idea más divertida y original es pasarse al Campo de la Cebada (plaza de la Cebada, 4) a escuchar un poco de música en el micro abierto y tomar unas latas a un euro con paella recién hecha o lo que tengan en el menú del día. Si no te gusta mucho el rollo cerveza de lata al aire libre puedes ir a la Musa de La Latina (costanilla de San Andrés, 12) con una carta de picoteo de todo el mundo (pan bao, yakitori al teriyaki, gyosas japonesas, california rolls, woks...), ensaladas, carpaccios, hamburguesas y desgustaciones de tapas o de postres. Y podemos terminar con un mojito en la Taberna Angosta (calle Mancebos, 6),  acompañados de arte por sus cuadros y fotografías o en El viajero si hace buen tiempo, para disfrutar de su terracita en la plaza de la Cebada, 11.

5. Una alternativa es que lo prepares a tu gusto, ya que como dicen "en ningún sitio mejor que en casa", un brunch casero. Como el sábado te acostaste tarde, el domingo sobre las 12 en lugar de un desayuno escaso y tardío o una comida muy temprana que todavía no entra, vamos a tomar un brunch. Nos haremos un café o té y un zumo de naranja o de otra fruta que le guste, también combina muy bien a esta hora el de tomate; compra buenos panes, de semillas y pipas o con especias como la focaccia y un revuelto de verduras, algo de carne (jamón, bacon, lacón) y huevo. Otra alternativa el revuelto de setas o el de algún embutido como morcilla, aunque algo más fuerte. Se puede jugar con las tostas de aguacate y algún pescado ahumado (salmón, bacalao...) o las de tomates con ibéricos regados de aceite de oliva virgen con orégano y albahaca. Y que nunca te falte la fruta. Y en este link tendrás más ideas para preparar un brunch sin morir en el intento.




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