jueves, 5 de abril de 2018

Preparados, listos, ... SanSan!

La fiesta indie de Benicassim da por inaugurada la primavera y la temporada festivalera. Esta quinta edición ha estado marcada por los recortes, se recortó un día, se recortó la cantidad de bandas, y el número de asistentes, por lo tanto, ha mermado ligeramente. Sin tacharlo de fracaso, pero el 2018 no es el año que mejor le ha sentado a Sansito.



Entre los nombres del cartel, bastantes similitudes con la pasada edición. Repitieron Ojete Calor, Viva Suecia, Full, Varry Brava o Rufus T. Firefly, entre otros, y no defraudaron. De hecho, todos los repetidores dieron el 100% y mejoraron su directo y su audiencia. A pesar de que el sonido en el escenario Budweiser estaba tan subido que perdía calidad, todos sonaron mejor.  Rufus T. Firefly, en concreto, presentó una versión más retro y ochentera de sus temas que nos encantó y con la percusión de Julia adquiriendo un papel muy protagonista.


El jueves a las 18h. se abrían las puertas pero comenzó la fiesta cuando subió al escenario Iván Ferreiro, plato fuerte del día. En la apertura, con algo de retraso habría que destacar los que rompieron el hielo tocaron las primeras notas, los Tiki Phantoms, unos rock and roller muy divertidos y muy buenos músicos, que pena que tuvieran tan poco público. De los cambios en el cartel hay que elogiar la elección de Lori Meyers. Los Lori, cabeza de cartel del viernes, aún presentando disco nuevo sin su numerito inicial por culpa del viento que no les permitió desplegar la pantalla gigante, se marcaron un espectáculo de luces durante toda la actuación para contrarrestarlo. Y, en lugar de presentar el álbum, se limitaron a algún corte y el resto del concierto fueron sus temas más queridos por todos.

El sábado los protagonistas fueron Sidonie, que están celebrando sus veinte años de carrera con una segunda juventud, disco nuevo y presencia en multitud de festivales. The Royal Concept fueron el acento internacional del SanSan, con un trabajo muy cuidado y enérgico. Y, la guinda de la noche y del festi fue el subnopop de Ojete Calor que dejaron muy buen sabor de boca.

Aunque para muchos este SanSan Festival 2018 no ha tenido su mejor cartel, la asistencia, cerca de 10 mil sanseritos por día según la organización, deja claro que hay target y de dos caras: familiar por el día, joven por la noche. La carpa de los Dj's estuvo a reventar por momentos, pero en otras ocasiones se quedaba huérfana. Los que brillaron en ella fueron los Bitches Deejays (repitieron sesión los tres días). Además, hubo presencia a los platos en los escenarios: The Zombie Kids el viernes y Space Elephants el sábado, que no dejaron que se durmiera nadie, despidiendo la fiesta por todo lo alto cada día y hasta la próxima Semana Santa, respectivamente.

La M.O.D.A, Juanito Makandé, la Sra. Tomasa o Txarango dieron color al escenario con sus sonidos orquestados y ritmos más flamencos y latinos. NixonÑeku o Sexy Zebras fueron algunas novedades, mientras que Celtas Cortos, Despistaos o Rulo y la Contrabanda pusieron los clásicos del pop-rock nacional.

Una gran iniciativa ha sido la campaña contra la violencia machista. Con un punto violeta en el que poder denunciar agresiones de género para proteger y prevenir, además de los carteles para concienciar sobre el respeto hacia la mujer que había repartidos por el recinto. A pesar de esta buena iniciativa, se les olvidó hacer un mínimo por la igualdad y contar con más mujeres, ya fueran solistas o como parte de bandas. La mujer fue la gran ausente en realidad y Eme Dj, Rocío Chillers y Julia de Rufus T. Firefly fueron las únicas supervivientes de la quema.

Un festival que ha ido creciendo exponencialmente desde su creación, es la primera edición que no lo hace, si no todo lo contrario; la asistencia no pasó de los 30 mil sanseritos cuando el pasado año se calcularon más de 50 mil. No han sido suficientes los 40 artistas que pasaron por Benicassim. Aunque dicen que no hay quinto malo, este ha sido un paso atrás, esperamos que solo sea para coger impulso, ya que somos muy fans de una Semana Santa diferente. Cambiar cristos, pasos y cofradías por sol, playa y festival.



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