Pintura, Literatura, Fotografía o Música son algunas de las maestrías que llenan las páginas digitales de la revista Thalamus Magazine. El arte sin cordura es parte de su declaración de intenciones.
A pesar de que el arte es un nicho con necesidad de visibilidad por naturaleza, ya que se basa en la exposición, muestra y admiración, disfrute o reacción alguna... En muchas ocasiones, el sector artístico se ve recluido a un segundo o tercer plano, incluso a una ocultación. Se encuentra planos atrás porque cubrir las necesidades más básicas no nos permiten ocuparnos de alimentar nuestra alma. Además, los sistemas encarecen los procesos con impuestos para que el producto final sea inaccesible para el ciudadano medio.
A partir de hoy tenemos un escaparate, por lo menos, para ver que existe, que por mucho que intenten quitar la ilusión a los creadores, ellos siguen con ahínco sus instintos más primarios de expresión, sin pensar en la dificultad del reconocimiento del público. Ni hablar de vivir de la profesión, ya es suficiente mantenerla como vocación o sueño.

Txetxu González y Déborah Guerrero son los cofundadores de esta nueva ventana de la realidad de las personas hacia la realidad del mundo y viceversa. Estos constructores de espacios donde sembrar, buscan jardineros que trabajen y fertilicen las páginas de la revista que servirá de foro para la comunidad. Y nos cuentan de primera mano su experiencia. Txetxu, escritor y artista plástico, ha tenido siempre en mente materializar en papel esta idea. No tenía nombre ni estructura, pero sí estaba muy nítida la función, dar voz a creadoras y creadores. Cuando conoció a Déborah se pusieron cerebros a la obra: a hacer juegos de palabras para crear títulos, uno de sus divertidos pasatiempos o hobbies, y dieron con Thalamus, la revista de arte contra la cordura, según definen ellos mismos y reza el subtítulo de la publicación.


A estos dos soñadores, que no han desistido hasta ver el proyecto en marcha, se han sumado Maite Martí Vallejo, Leticia Delgado, Lorena Blanco y Eva Rodríguez.
Cuando les preguntamos a qué artistas les gustaría hacer jardineros, la respuesta es directa a Gsús Bonilla, que aunque ya ha aparecido en el primer número, es de los que saben que ciertamente tiene buena mano para las plantas. Cita a Javier Mayoral, Angela Dalinger, y a Martín Parra, que les gusta mucho como retuerce las palabras y les gustaría verle retorciéndose entre la tierra y ver cómo le queda.
Y el deseo para Thalamus: larga vida y seguir cuidando de la manera más honesta posible a las creadoras y creadores que nos vayamos cruzando por el camino. Queremos que Thalamus sea su casa, que entren y salgan cuando quieran y nos dejen huella, tanto en los universos virtuales por la red, como en papel, algún día.
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