
Polvorones es el texto de Juan Carlos Mestre, donde se incluyen a estas cuatro mujeres tan diferentes con sus distintas evoluciones que se entrelazan en varios puntos de la historia.

Esta entretenida comedia, escrita para las actrices del reparto, no está exenta de significado, ya que en varias ocasiones hace guiños a la crítica social. De una manera muy sutil y poco transgresora, envuelta en la locura hormonal de estas mujeres, destapa esa incomunicación en la que vivimos actualmente debido al avance de las tecnologías (teléfonos móviles, música enlatada e implantada en nuestro oídos mediante auriculares...). La soledad en la que nos sumimos cuando cada persona evoluciona en una dirección, la competitividad y otras lacras de la vida moderna de prisas inconexas que nos rodea. Quizá algo forzada la inclusión de estos temas tan serios entre las bromas fáciles.
En definitiva, las chicas están geniales. A destacar el papel de Laura Toledo que normalmente es una actriz más de sentimientos, más profunda, que se toma sus tiempos dramáticos. De hecho, ahora podemos verla simultáneamente actuando en La Voz Dormida, que tras el estreno en el Teatro del Mercado de Zaragoza está girando por todo el territorio nacional (Huelva, Sevilla, Córdoba, Madrid y Zafra) y recaerá en Madrid en febrero. Deseando estamos de que llegue Pepita (en la piel de Laura Toledo), la protagonista de esta adaptación monologada de Cayetana Cabezas del libro de Dulce Chacón y dirigida por Julian Fuente Retra, para recibirla con llenos los martes 27 de febrero, 6, 13 y 20 de marzo en el Teatro Bellas Artes (Marqués de Casa Riera, 2) de la ciudad gatera.
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