lunes, 14 de septiembre de 2015

Noche de descubrimiento del reggea tropical

Si te digo Mamita Papaya, quizá imagines una mujer con un sombrero de frutas; y si te digo que es un grupo musical pensarás en música latina, pero ni se te pasará por la cabeza algo parecido a la banda que realmente te voy a presentar. Lo más exótico que tienen son la camisa hawaiana de Pablo Caraballo, la voz principal y alma matter de la agrupación.



Mamita Papaya son cinco chicos divertidos y originales "artistas de parque y sofá" como se llama uno de sus temas más vistos en You tube. Una fusión constante, desde su lugar de procedencia de muy diversos lugares de la geografía española (Sevilla, Alcázar, Pamplona y Madrid) hasta su estilo. Afincados en el mítico barrio de Malasaña marcan el latido de la calle madrileña, según describe High Fidelity, la discográfica que siempre ha confiado en ellos.


Su sello inconfundible es la herramienta que le imprime carácter fresco a su obra, el ukelele, que nombraré, extraoficialmente, instrumento de la década. Además de otros variopintos artilugios que añaden a sus canciones como la armónica la melódico o la turuta. La voz y el ritmo traen aires de Muchachito o Macaco, aunque con un toque más reggae, lo que ellos llaman reggae tropical, mezcla de reggae, rumba, folk, flamenco y rock. Pablo, Javier, Juan, Luis y Jorge hablan sobre lo cotidiano y nos sacarán la sonrisa mientras nos balanceamos sin poder evitarlo.


Estos chicos siempre tocan en acústico, con lo que eran los idóneos para esta cita, el último concierto de Victoria Music. Este evento para conmemorar el centenario de unas de las zapatillas más famosas del mundo ha llenado el espacio Ciento y pico (calle Velarde, 14) de música y sentimiento durante este verano. Lo único malo es que tuvieron que ir por turnos, no podían estar más de tres sobre el escenario, sobre lo que bromeaban "cambio de Ronaldo por Bale". Por ello tuvieron que suprimir el cajón, que le da un rollo más flamenco, pero ganaron en intimidad.

Tan divertidos son estos jóvenes que además de reflejarlo en su música, sus letras y sus bromas presentan sus canciones con auténticos monólogos del Club de la Comedia. Como para presentar la canción de La vida mosca, "sobre lo fugaz que es la vida, el tempus fugit, carpe diem, ..." y su humor inteligente haciendo alusión a lo que "mola hablar en latín..." hasta cosas que no sabes ni lo que significan.

Todo un descubrimiento de Victoria Music, pues estos polifacéticos artistas, no eran ni el plato principal del banquete, si no que estaban dispuestos como el aperitivo de la noche. Pero el plato Mamita Papaya se dejaba escuchar, y se convirtió en un cóctail o una cena de tapeo entre risas de bar en bar transportándonos a playas al atardecer.



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