sábado, 25 de febrero de 2012

¿Venden tornillos? No, solo muelles

Ver tras el cristal de un escaparate solamente lociones de  afeitar no es lo más normal. Esa misma impresión dan otras tiendas que ofrecen productos únicos, como caramelos, muelles, pizarras, juguetes de hojalata, incluso, libros de montañismo.

En la capital hay establecimientos que sobreviven a pesar de, o gracias a, que su catálogo tiene una particularidad: solamente trabajan una especialidad.

Santa María Novella es un oasis perfumado muy cerca del eje Prado-Recoletos (C/Almirante, 26). Se dedica a las lociones elaboradas de forma exclusiva "por que si no, todos oleríamos igual" explica su motivo Pilar, encargada de uno de los tres establecimientos de España. Es una marca italiana con origen en una farmacia de los frailes Dominicos en 1221. En 1621 se abrió al público ya que se atribuían propiedades curativas a sus productos, al ver tras la peste que la mayoría de supervivientes eran religiosos de esta orden. En esta estrecha delegación encontramos frascos de 100 ml. a unos 60 euros y cosméticos de un jabón de 12 euros a cremas anticelulitis de 90 euros.

La Pajarita es una exquisita bombonería y dulcería, que ya es todo un clásico y sus caramelos conocidísimos. Los más típicos son los de violeta o anís, pero elaboran 16 gustos diferentes, artesanalmente, en un horno de carbón. La tienda original estaba en el número 6 de la Puerta del Sol y abrió sus puertas en 1852, fundada por Vicente Sola. A finales de los sesenta abrieron otra tienda en la calle Villanueva, 14, en el barrio Salamanca, siendo la única que pervive hoy día.

La librería Desnivel, es un ejemplo de especialización,  punto de venta donde únicamente encontrarás textos sobre la montaña, aunque en los últimos años también se ha convertido en centro cultural  para los amantes de la aventura. El local es librería desde 1898, pero Desnivel fue inaugurada en 1995 conservando mobiliario original, y está situada en pleno barrio de Las Letras (Pza. de Matute, 6) y desde hace unos años también en Internet. Existen otras librerías especializadas como la de mujeres en el barrio de Chueca o la de motor cerca de Nuevos Ministerios.

De lo más anodino que encontramos entre las callejuelas, es la tienda Ros (Ronda de Atocha, 16). Preguntamos "venden tornillos" y nos contestan, "no, solo vendemos muelles". Hasta el macetero que contiene un poto en la entrada, tiene forma de muelle, es un amortiguador de gran calibre. Y si necesitas alguno que no tengan, te lo hacen a medida.

Mis Pizarras (C/ Gladiolo, 6) es el paraíso del maestro, ya que tiene todos los modelos, tamaños y colores de este producto. Pero, si hablamos de niños y juguetes en Madrid tienen otros santuarios: El Sanatorio de muñecos (C/ Preciados, 19) fundada en 1916 y especializada en arreglarlos; Colecciolandia (C/ Guzmán el Bueno, 62) de juguetes de hojalata; y Macchinine (C/ Barquillo, 7) de autos a escala.

Macchinine es una de las tiendas que puede presumir de escapar de la crisis gracias a su producto fetiche. Su empleado (y amigo) Jesús Camacho explica, mientras muestra la maqueta de un Bugatti (edición limitada a 30 ejemplares valorado en 2.900 euros), el más valiosos que tienen actualmente, que es un negocio rotativo que siempre está en movimiento. "El que quiere coleccionar lo comprará igual y el que no tiene para mantener todas las piezas venderá algunas joyas de cuatro ruedas, creándose un buen momento para comprar".


Otras clásicas y particulares son la cuchillería Vinas (C/ Atocha, 62), la tienda de pelucas de Soledad Cabello (Gran Vía, 50) o la Espartería de Juan Sánchez (Cava Baja, 13). Así como La Casa de los Altavoces, que desde 1969 vende y repara altavoces para todo tipo de dispositivos. Incluso, el local regentado por Miguel Lugo dispensa algunos modelos de micrófono y megáfonos, pero solamente uno de radio convencional. Hasta tal punto llega la especialización del negocio familiar de tercera generación, que las radios no son su fuerte, si no los altavoces.

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