jueves, 9 de febrero de 2012

Uhm! Aquí hay gato encerrado


Gatos somo los madrileños. Gatos comen ratones y se adueñan de los callejones oscuros. Gatos sujetan los coches mientras cambiamos las ruedas...

¡Pero también los hay encerrados! De dónde sacamos esa expresión, la respuesta está en la RAE, del siglo de Oro español.



El origen de dicha frase que usamos cuándo nos percatamos de una acción con trasfondo, es que en el siglo XVI, las talegas que usaban para guardar el dinero, bajo la ropa para mayor seguridad, se hacían de piel de gato y por ende se las conocía como gatos, directamente.

También se podían guardar todo tipo de tesoros, que no quisieran que se descubrieran y el término, finalmente, se extendía a lo que se escondía en su interior.

Así, por asociaciones, se terminó aclarando la situación de chanchullo como gato encerrado, como si ahora dijeramos que el caso Marbella tiene bolsas de basura encerradas o en la política valenciana hay trajes escondidos.

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