Poco a poco se ha ido comprendiendo el arte de los graffiteros, pero en los años que se centra esta retrospectiva era una manifestación muy controvertida, paseando por la cuerda floja de la delgada línea entre el bien y el mal, el arte y el delito. No suponía solo dejar constancia de un nombre, un 'yo estuve allí', sino que iba mas allá, con una intención de reivindicación.Art is not a crime (1977-1987) es comisariada con muy buen gusto por uno de los grandes de la modalidad en nuestro país; Suso33. Tiene una estructura ideal con una parte de documentación del contexto social, la cultura urbana y la música como los skaters y el hip-hop. Otra intrusiva, nos introducimos en un andén del underground del Bronx y vemos pasar el vagón de un tren y otro y otro ... Viendo pasar trenes, cómo les ocurriría a muchos de los personajes captados por la atenta mirada de Chalfant.



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