jueves, 26 de julio de 2012

Mario Vargas Llosa une vino y literatura

El literato y premio Nóbel fue homenajeado por las bodegas Valduero con una barrica de un vino reserva de las mismas, acompañado de su mujer Patricia Llosa, dos de sus hijos, Álvaro y Morgana, que acudieron con sus respectivos cónyuges e hijas.

El hispano peruano, recibía muy agradecido y bien rodeado de sus seres queridos, entre ellos cuatro de sus nietas, los 250 litros de la única bebida espirituosa que toma, por su relación con el mundo literario. Como un gran cabeza de familia, a sus 76 años, mostraba la felicidad y plenitud de un abuelo orgulloso de sus nietos.

-La Bodega Valduero te hace entrega de una barrica de su vino de reserva ¿eres un enamorado del vino?
-Me gusta mucho el vino, es la única bebida que tomo, quizá porque ha venido ligada a una profesión, al oficio de escritor, está bastante ligada a la literatura. Creo que si a la literatura le quitaras el vino, sería terrible. La literatura, nuestra lengua, está impregnada. Y por otro lado, creo que el vino es una bebida social, que estimula mucho al diálogo y a la conversación, que es la fuente de la civilización. Cuando los hombres conversan y se rebaten, la violencia desaparece, la razón reemplaza a la pasión y, en todo eso, el vino ha jugado siempre un gran papel central, por eso creo que es uno de los ingredientes básicos de la cultura occidental.

-Es la primera vez que vienes a una bodega de esta zona, de la Ribera del Duero, en una localización muy bella ¿Has pensado en emplazar alguna de tus historias en Aranda de Duero o unas bodegas?
-No lo he pensado porque un libro no se empieza a partir de unas decisiones, es algo que ocurre de manera inesperada. Las historias son cosas que van pasando y se instalan en la memoria y de pronto las recuerdas y tienen un poder muy estimulante. Nunca he sabido por qué ciertas experiencias si, y porque tantísimas otras no. Lo que si te puedo decir es que hay momentos que van a dejar muy buenos recuerdos, nostalgia... pero si eso va a resultar una obra literaria, no lo sé porque eso nunca fue sabido de antemano.

-¿Siempre te dejas llevar por tus sentimientos y experiencias cuando escribes?
-Sí, te dejas llevar por una intuición, algo que no pasa necesariamente por la razón, hay ciertas cosas que se quedan en tu memoria. Todas mis novelas han sido escritas porque conoces a una persona que lo ha vivido o porque estuve en el lugar y viví experiencias que se quedaron muy grabadas en mi memoria, y luego se puede falsear una historia. Pero nunca se parte de cero.

-Si te apoyas en tus vivencias, ¿qué parte hay de Mario en sus novelas?
-Hay la materia prima, el punto de partida. Aunque no son autobiografías, pero sí en el origen de ellas hay experiencias vividas, ninguna de mis novelas ha nacido de un puro movimiento de imaginación.

-El vino mejora con los años, ¿tú qué crees que mejora con el tiempo?
-Todos los grandes productos de la cultura que son realmente creativos, con el tiempo ganan riqueza, prestigio, reconocimiento... pasa con la literatura, con el arte, con el teatro, la música y pasa también con el vino, sin ninguna duda, que es una demostración de que el vino forma una parte esencial de la cultura, de la civilización, y creo que es la única bebida que tiene derecho a ser protagonista de eso.

-Otro elemento ligado a los literatos es el romanticismo, ¿te consideras romántico?
-Existe una escuela romántica que forma parte del siglo pasado, pero el romanticismo como actitud ante la vida de privilegiar los sentimientos, las pasiones, eso sí forma parte de todas las épocas y creo que forma parte de la naturaleza humana, creo que todos somos un poco románticos, nos demos cuenta o no nos demos cuenta.


Fotos: Beatriz Velasco

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