martes, 24 de abril de 2018

Artistas impresionando directamente al Thalamus


Pintura, Literatura, Fotografía o Música son algunas de las maestrías que llenan las páginas digitales de la revista Thalamus Magazine. El arte sin cordura es parte de su declaración de intenciones. 

A pesar de que el arte es un nicho con necesidad de visibilidad por naturaleza, ya que se basa en la exposición, muestra y admiración, disfrute o reacción alguna... En muchas ocasiones, el sector artístico se ve recluido a un segundo o tercer plano, incluso a una ocultación. Se encuentra planos atrás porque cubrir las necesidades más básicas no nos permiten ocuparnos de alimentar nuestra alma. Además, los sistemas encarecen los procesos con impuestos para que el producto final sea inaccesible para el ciudadano medio.

A partir de hoy tenemos un escaparate, por lo menos, para ver que existe, que por mucho que intenten quitar la ilusión a los creadores, ellos siguen con ahínco sus instintos más primarios de expresión, sin pensar en la dificultad del reconocimiento del público. Ni hablar de vivir de la profesión, ya es suficiente mantenerla como vocación o sueño.


Este mostrador tiene 7 secciones o disciplinas: Artes plásticas, Poesía, Fotografía, Ilustración, Narrativas, Cine, Música, otro apartado con Entrevistas y el gran Test para escritores y jardineros.

Txetxu González y Déborah Guerrero son los cofundadores de esta nueva ventana de la realidad de las personas hacia la realidad del mundo y viceversa. Estos constructores de espacios donde sembrar, buscan jardineros que trabajen y fertilicen las páginas de la revista que servirá de foro para la comunidad. Y nos cuentan de primera mano su experiencia. Txetxu, escritor y artista plástico, ha tenido siempre en mente materializar en papel esta idea. No tenía nombre ni estructura, pero sí estaba muy nítida la función, dar voz a creadoras y creadores. Cuando conoció a Déborah se pusieron cerebros a la obra: a hacer juegos de palabras para crear títulos, uno de sus divertidos pasatiempos o hobbies, y dieron con Thalamus, la revista de arte contra la cordura, según definen ellos mismos y reza el subtítulo de la publicación.

Thalamus es tálamo en inglés, que viene del latín 'dormitorio' y este del griego antiguo. La psicología, psiquiatría y neurología son temas que les atraen mucho y cuando se les ocurrió el nombre vieron que tenía jugo, ya que es la parte del cerebro donde llegan los estímulos percibidos por cada uno de los sentidos. Este boletín que sale de las tripas, o más bien de la bilis, quiere ser un instrumento que dé voz a creadores, artistas, escritores, ilustradores... para mostrar su trabajo sin ningún tipo de condicionamiento, ni económico, ni geográfico, ni temático. Nace de la rabia que les provoca que en este país, y no solo en este país, se trate al arte como una.... vamos. que se pierda toda esa magia por el camino, y que muchos de los artistas decidieran en un momento dado tirar la toalla, porque no hay mecanismos para difundir el trabajo y que se valore. "Como las instituciones no hacen lo suficiente, queremos poner nuestro granito de arena" termina sentenciando Txetxu.

A la cuestión de dónde quieren ver Thalamus  la respuesta es que cualquier sitio es bueno, desde la consulta de un dentista, un centro de estética, una librería, un estudio donde se hacen tatuajes y perforaciones, en las casas de personas que admiran y en las manos de todas las personas que entiendan que la Cultura es el tema con mayúsculas, junto con el medioambiente, como pilares para crear una sociedad decente.

A estos dos soñadores, que no han desistido hasta ver el proyecto en marcha, se han sumado Maite Martí Vallejo, Leticia Delgado, Lorena Blanco y Eva Rodríguez.

Cuando les preguntamos a qué artistas les gustaría hacer jardineros, la respuesta es directa a Gsús Bonilla, que aunque ya ha aparecido en el primer número, es de los que saben que ciertamente tiene buena mano para las plantas. Cita a Javier Mayoral, Angela Dalinger, y a Martín Parra, que les gusta mucho como retuerce las palabras y les gustaría verle retorciéndose entre la tierra y ver cómo le queda.

Y el deseo para Thalamus: larga vida y seguir cuidando de la manera más honesta posible a las creadoras y creadores que nos vayamos cruzando por el camino. Queremos que Thalamus sea su casa, que entren y salgan cuando quieran y nos dejen huella, tanto en los universos virtuales por la red, como en papel, algún día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario