miércoles, 8 de julio de 2015

Peluquera en serie

Las esperpénticas historias de una peluquera que ha ejercido en el madrileño barrio de Malasaña desde 1974, estrenan su nuevo pase de los lunes en su tercera temporada (los martes desde el 12 de mayo, también los lunes desde el 6 de julio) en el Teatro Lara. Lavar, marcar y enterrar, es una comedia de la compañía Montgomery con juegos de palabras y humor almodovariano de diálogos ágiles. En un tono tirando al cine de Tarantino, también su banda sonora, las conversaciones se empiezan a liar en los detalles más absurdos hasta el punto de hacernos reír de lo inverosímil de la situación.

Mientras un tigre y una zorra retienen a punta de pistola a una peluquera y su empleado en la peluquería Corta Cabezas, los nervios de Fer, el joven y extraño empleado de Gabi, la dueña del local, le llevan a delirar en sus recuerdos de su primera comunión, el ejemplo más claro del humor negro de esta aventura de JuanMa Pina. El novel dramaturgo ha sido mejor autoría y dirección novel Mi Butaquita y candidato al Max de Autor Revelación de 2015 por este gran texto.


Miriam Díaz Aroca se convierte en Gabi, una superviviente de la movida madrileña de los 80's que se reinventa constantemente "del tupé a la cresta y de la cresta al tupé" hasta la actualidad, protegiendo su peluquería como a su propia vida. Pasando por ex maridos, amantes y especuladores que atentan contra la integridad de su negocio. Gabi a los mandos de Díaz Aroca queda como un personaje tan real que simpatiza con el público y conecta muy bien en esta nueva sala donde se recrea Corta Cabezas, la más íntima del Teatro Lara, la pequeña sala Off, donde se contagia la sensación de estar inmersos en la historia, secuestrados como unos empleados más.

El personaje más singular, sin lugar a dudas, es Fer, encarnado por Mario Alberto Díez, que tiene una reacción atípica a los nervios: gases y sinceridad. Por lo que empieza a soltar perlas a diestro y siniestro, dice lo que todos piensan, pero no se atreven a expresar. El gran personaje es mezcla de gran guión de verborrea exacerbada, humor y muy buena interpretación. Muy buen sentido del ritmo, rápido cuando está muy nervioso y se embala, lento cuando espera reacción a sus palabras, que sabe que no deberían salir por su garganta pero son efecto del síndrome de sinceridad.

Ambos ladrones, Álex Larumbe como Lucas y Danai Querol como Verónica, pasan algo más desapercibidos, aunque sin menospreciar sus actuaciones. Además cada actor da vida a más de un personaje y en el caso de Álex Larumbe, llegas a dudar de si es él mismo.

En un elenco donde no había muchas caras o nombres conocidos, quizá no esperaba el resultado tan magnífico de la historia, el conjunto es todo un acierto. Y la más conocida me ha sorprendido gratamente con un gran trabajo, un personaje muy creíble, incluso con matices y complejidades muy bien reflejadas. Les deseo mucha mierda, muchos aplausos y muchas más temporadas. De momento puedes disfrutar de la experiencia de reír en un atraco hasta el 25 de agosto en el teatro Lara y ya se están concretando fechas de prórroga.




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