Francesc Català-Roca nació en Tarragona (1922) en el seno de una familia apasionada por la fotografía. Así él y su hermano heredaron el gusto por la cámara. Catalá, mostró su especial punto de vista de la España que vivió hasta 1998 en más de 200.000 negativos impecables, ya que desechaba lo
superfluo y destruyó todo disparo imperfecto.
Un recorrido documental de más de tres décadas por pueblos, fiestas, minas, obras y calles tan emblemáticas como la Gran Vía madrileña.
En el Círculo Bellas Artes podemos ver una muestra de 150 capturas, las más representativas de su trabajo creativo, la mayoría de los años 50, donde se aprecia esa simbiosis que tiene con el mundo que le rodea. El catalán hace que cada instantánea recoja una gran cantidad de información, convirtiéndose en narrador omnisciente de los momentos de una nación gracias a esa sensibilidad de saber capturar el momento.
La perspectiva que encuentra para escena, desde arriba o desde abajo, imprime un matiz y un carácter que despierta una atracción hacia la imagen, una belleza natural en lo que está ocurriendo, que por muy cotidiano que nos parezca, Catalá-Roca sabe darle la importancia que se merece.
El punto de vista como decía él mismo era "hacer sencillo y directo el impulso de fotografiar; restar en vez de sumar, mirar de frente, encuadrar desde la cintura, disparar desde el corazón, estar dotado de curiosidad y empatía por todo lo humano".
Un perfecto dominio del encuadre y el enfoque hace de sus fotografías un mensaje muy claro, ya sean retraros o escenarios, son un reflejo de la evolución de la sociedad en esos años convulsos.
La exposición del CBA 'Catalá-Roca, Obras maestras' permanecerá en la sala Picasso hasta el 12 de enero de 2014 con horario de 11 a 14 y de 17 a 21 horas de martes a sábado, mientras que los domingos y festivos sólo abre por la mañana y los lunes estará cerrado. La tarifa para las exposisciones del CBA es de 3 euros, gratis con Carné Joven.
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