El reconocido periodista Iñaki Gabilondo ha
encontrado su hueco también en la enseñanza, una vocación tardía, con la que
mantiene cada más viva su apuesta por un periodismo serio. El guipuzcoano
participará como ponente y director en los cursos de verano organizados por el
Círculo de Bellas Artes y la Universidad Carlos III. Reconocido Doctor Honoris
Causa por la Universidad de Lleida, el periodista compagina su participación en
el diario “El País” y la Cadena Ser con su videoblog “La voz de Iñaki” con su
programa mensual “Iñaki” en el canal de pago Canal +.
-¿Presentas el curso de verano que vas a dirigir para la
Universidad Carlos III que se llama Ser Periodista, qué es ser periodista?
-El término periodista, es un término polisémico, es decir que
significa muchas cosas distintas. Hay oficios que a algunos les cuesta aceptar
que sean también periodismo, pero se llama.
-¿Qué pretensión
tiene el curso?
-Que se pueda obtener un resultado concreto, aunque
no faltará análisis teórico.
-¿Cómo lo afrontas, en qué va a
consistir?
-Pues en este momento tan difícil de la profesión, en la
que están cambiando modelos y han puesto patas arriba todo este tinglao, me ha
parecido muy interesante que el encuentro fuera con algunas de las distintas
caras que el periodismo tiene. O dicho de otra manera, el periodismo observado
desde puntos de vista distintos, porque son los que están ejerciendo la
profesión. He pedido a diferentes compañeros de profesión que demuestren a los
participantes del curso su visión del periodismo. He invitado a Jon Sistiaga,
que se ha pasado toda la vida en el frente de guerra; he pedido a Ana Pastor que
nos cuente como es el plató de televisión, que faltan cinco segundos para el
directo y luego cuatro y luego tres y se enciende la luz roja; y muchos
profesionales que dan más matices. Todos son excelentes profesionales y
magníficos amigos.
-¿Próximos proyectos académicos?
-Sí, esta es la primera actividad de lo que será una Cátedra que
voy a dirigir en la Carlos III que se llamará Periodismo y Sociedad.
-¿Qué opinas de los recortes en cultura?
-Están
siendo tiempos muy duros en cultura y en todo. No es que el tema económico sea
una prioridad sino que ha acaparado toda la energía colectiva. Puedo entenderlo
pero me da miedo porque también hay cosas importantes.
-¿Crees
que en Internet debe haber alguna forma de pago?
-Esa es la
cuestión. Los modelos de negocio están cambiando pero todavía no han nacido los
que sustituyen. Estamos en la etapa donde lo anterior sigue aunque no seguirá y
el futuro no ha venido aunque vendrá. Habrá que inventar algún mecanismo que
pueda sufragar la acción televisiva. Tenemos chicos enviados a los JJ.OO. o la
Eurocopa y ellos tienen que comer y vivir.
-¿El papel morirá?
-Las profecías no son mi especialidad. Mucha gente lo dice, y yo
creo que no tendrá el papel que ha tenido hasta ahora pero en alguna dosis se
conservará. El pasado está lleno de futuros que no se han cumplido.
-¿Cómo se lleva una vida tan ocupada?
-He estado 40
años trabajando como un soldado, ahora tengo muchas cosas pero es muy variado.
-¿Prefieres ahora los proyectos a corto plazo?
-Voy
a hacer 70 años dentro de dos meses y los proyectos ya son todos a corto plazo
(risas). Estoy contento, estoy haciendo entrevistas en Canal+, un videoblog, doy
conferencias, estoy en el consejo asesor del Teatro Real...
-¿A
quién te gustaría entrevistar?
-He tenido suerte y he entrevistado
a casi todo el mundo que he querido menos a Alicia Koplowitz, que me dijo que no
pero me envió una carta cariñosísima diciéndome que teníamos que conocernos.
-¿Se te ha quedado la espinita?
-Siempre he tenido
la espinita de poder entrevistar al jefe de ETA aunque ahora sería una buena
entrevista el Rey.
-¿Qué consejo darías a los jóvenes
periodistas?
-En estos tiempos lo aconsejable sería que el que
quiera ser periodista que se tire por la ventana. Pero hay que vivir siempre con
la mirada puesta no en el futuro, sino por detrás. A lo mejor estoy muy marcado
por mi experiencia personal. Yo estudié periodismo porque quería trabajar en la
radio y cuando terminé no se podía trabajar en la radio porque la información
estaba prohibida por el franquismo. Quiero decir que todos aquellos que hablen
de horizonte cerrado, yo les entiendo porque yo también tenía el horizonte muy
cerrado al haber estudiado para hacer una actividad que estaba prohibida, y sin
embargo haber demostrado toda mi ilusión en la selectividad y con la seguridad
de que empujando los tiempos tendrían que ser diferentes. Hay que observar el
futuro, que el futuro no lo ha escrito nadie y entendiendo su lugar actual, pero
sin desesperar.
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