El cantante y compositor Roberto Fidel Ernesto Sorokin, más conocido como Coti, presenta su sexto disco “Lo dije por boca de otro” en el que imprime su estilo y su voz a canciones escritas por él que otros convirtieron en éxitos tan sonados como “Color esperanza”. El argentino confecciona así, un álbum con 10 grandes temas ya populares y con las colaboraciones de Fito Páez, Enrique Iglesias o Dani Martín, entre otros.
El
rosareño de nacimiento, y de doble nacionalidad hispano-argentina,
hace un repaso de su carrera musical implicándose a fondo desde la
composición, elección, ejecución, incluso, parte de la producción
de los cortes de este disco tan especial.
Coti es
un enamorado de España, porque le han pasado cosas tan importantes
como el nacimientos de uno de los dos pares de mellizos que ha tenido
con su mujer Valeria Larrarte. Recuerda su llegada hace 10 años, los
cuatro que pasó de inmigrante ilegal y cómo ha ido creciendo en su
profesión y su vida, ya que para él para lo que nació es para
hacer música.
-Lanzas
nuevo disco “Lo dije por boca de otro” después de 3 años ¿qué
has estado haciendo este tiempo?
-Hombre,
he estado girando un año y medio y ahora estoy presentando un nuevo
disco que hacerlo lleva su tiempo, digamos que no por generación
espontánea nace un disco. Malditas canciones lo estuve girando por
aquí por España y también muchísimo por ahí fuera, en Argentina
hice 40 conciertos, estuve nominado a los Grammy, estuve en EE.UU. En
la entrega en el 2010, y luego ya me puse firmemente a trabajar en el
álbum a la par que hacía algunos conciertos y algunos viajes y
concentrado grabando el nuevo disco, que fue un proceso bastante
largo,
-¿Cuánto
lleva hacer el disco?
-Mucho
tiempo, un año o año y medio hacerlo. De todas maneras ya lo tenía
terminado como a final de año, se retrasó un poco el lanzamiento
por el tema de que en los lanzamientos internacionales hay que
congeniar la fecha que le venga bien a todos los territorios. Si lo
lanzas allá y luego aquí son vacaciones o verano, entonces siempre
hay que buscar un momento que sea óptimo para todos los territorios.
-¿Por
qué tienes una relación tan estrecha con España?
-Porque
en España vivo desde hace 10 años, porque me encanta, es un país
maravilloso que ha adoptado mi música instantáneamente desde hace
10 años que vengo y lancé mi primer disco casi por casualidad y me
fui quedando y fui sentando raíces.
-¿Qué
es lo que más te gusta?
-Es un
país muy bonito en muchos aspectos, culturales, humanos, lugares,
gastronómico... Me encanta el vino y el jamón. Por la gastronomía
española tengo pasión. Pero fuera de broma es un sitio muy
hermanado a Argentina y tampoco dejé de vivir en Argentina, llevo
una vida un poco dual, como las golondrinas, siguiendo el verano,
siguiendo el calor. España entro en mi vida hace 10 años y no va a
salir nunca, porque tengo parte de mi DNI español, soy español,
tengo hijos españoles, tengo mi casa en España.
-¿Cómo
fueron los 4 años de inmigrante sin papeles?
-Fueron
duros pero le puse cojones digamos, llegué a ser el indocumentado
más famoso y creo que ya me dejaban entrar, porque decían bueno
aquí viene Coti y entraba y salía todos los meses y decían que
pase. Me he sentido privilegiado al lado de otra gente que sufría
mucho ese tema, que no podía ir a visitar a la familia. Yo por
suerte no lo he pasado.
-¿Estás
más cómodo de compositor que de cantante?
-No, no
es cuestión de comodidad, es cuestión de medios de expresión, me
siento músico y me siento cómodo siendo músico. Componer es una
parte fundamental de mi actividad musical, que empezó de muy
temprano, con 11 años, empecé cantando y componiendo, componiendo y
cantando. No sé si componía para cantar o cantaba porque componía.
-Componer
para otros ¿puede ser por miedo a los escenarios?
-No,
siempre compuse mucho más de lo que podía grabar y se me empezó a
dar bien y ganaba dinero y podía pagar mis cuentas, el alquiler, el
gas, comida de escribir canciones y así fui componiendo... no 10
canciones, compuse 80 que me han grabado, y lo tomé como un oficio
muy interesante. Para sobrevivir hay que buscarse la vida, dar
clases, haciendo las mil y una para sobrevivir. Y fui componiendo, se
me daba muy bien, me empezaron a llamar, empezaron a pedir canciones
y esas canciones comenzaron a ser éxitos.
-¿Cómo
se digiere ese éxito?
-No es necesario digerirlo, como todo en la vida, son
etapas que te van viniendo. Cómo se digiere que vas creciendo, que
te quedan chicas las zapatillas, que en lugar de ir al colegio vas a
la facultad...
-¿Cómo
has elegido estos diez temas entre los más de 80 que has compuesto?
-Aquí volvemos a la primera pregunta, por eso llevó
tanto tiempo hacer este disco, estuve grabando muchas más. Empecé
recopilando y grabando muchas canciones hasta ir encontrando las que
más cómodo sentía yo traerme hacia mi terreno. Y las que cumplían
la premisa de “Lo dije por boca de otro”, donde el otro significa
no sólo los artistas que me han grabado canciones, también estoy
incluyéndote a ti, y a todos, al otro como figura y persona. Porque
son canciones que han sido dichas por mucha gente, han sido 10
canciones muy populares.
-Como
una declaración de amor que se hace una pareja con una canción que
hayas escrito tu.
-Sí, además son canciones que yo nunca había grabado,
nunca había cantando, todo esto lo dije por boca de otro y ahora lo
digo yo. Busqué darle actualidad en las versiones, echarle
imaginación y originalidad.
-Llevarlas
a tu terreno e imprimirles tu estilo ¿Cómo defines tu estilo?
-No sé, desganado [risas]. Ese es mi modo de hacerlo.
-¿Cómo
te defines tu, compositor, cantautor, cantante?
-Creo que me expreso en la música como músico, no como
cantante, compositor o guitarrista, sino como todo eso junto, incluso
como productor y mi sello está en todas esas aristas.
-Cuidas
hasta el último detalle, ¿verdad? Hasta en las fotos que te hacen
los periodistas.
-Es
mi trabajo, no es que no sepa delegar, pero sí que estoy pendiente
de los detalles, porque la experiencia hace que vayas minimizando el
riesgo, así la peor foto no va a salir por lo menos, porque ya la
habré borrado. No por no confiar, sólo por minimizar ese riesgo,
cuidar un poco lo que uno es y lo que uno hace.
-¿Cómo
surge la idea y el momento de hacer este disco de canciones tuyas que
no habías cantado?
-Creo que ya era momento, había canciones que ya pasó
bastante tiempo, fui extremadamente respetuoso con todos los artistas
que han grabado canciones, porque les he dado mucho tiempo para que
suenen y que hagan propias esas canciones y yo nunca me he metido en
el medio. Yo dejé que pasara ese éxito, me callé la boca, como
corresponde, haciendo mis discos, haciendo mi música, presentando
mis canciones, y en ningún momento tuve la intención de subirme a
ningún caballo que no era mio, más bien al contrario, respetar todo
ese tiempo de promoción. Por ejemplo, la canción “Color
esperanza” tiene ya 12 años, se han grabado dos o tres versiones
del mismo Diego. También tenía otras cosas que decir, este es el
sexto disco. Quizá ahora ya era el momento, ya había pasado esa
distancia.
-¿Quieres
reivindicar el lugar de los compositores?
-Me parece que sería interesante y no lo digo por mí,
porque yo tengo mis canales de expresión, tengo mis contratos
discográficos, tengo mis discos, pero si es cierto que hay muchos
que no tienen esa posibilidad que yo tengo y que pasan totalmente en
la sombra y son los hacedores de muchas canciones populares, es una
pena, que no tengan más trabajo justamente por eso y no puedan vivir
mejor. En otra época, por ejemplo en el tango, se decía interpreta
tal un tango de Enrique Cadícamo, el autor. Entonces el público ya
conocía el sello de los compositores.
-¿Qué
tienes de Argentina y qué tienes de España?
-De Argentina tengo el ADN, y todo lo que son mis
raíces. De España, he aprendido muchas cosas acá y hay cierto
sentir español que no sabría como explicarlo, con el cuál congenio
tanto que en parte me siento ya español, a veces decir que el
pasaporte es solo un papel, yo no lo siento como un papel, ya está
en mi ADN, hace 10 años que vivo acá y me han pasado cosas muy
importantes.
-¿Qué
te ha pasado tan importante en España?
-Lo primero tener dos hijos españoles, un par de
mellizos son españoles. Por contarte algo curioso y gracioso, mi
hijo pequeño me pregunta “¿si juegan España y Argentina al
fútbol, tu por quién hinchas?” y yo no sé qué contestar y le he
dicho “por el que hinches tu”. Y me dice “yo por España” y
entonces yo también.
-A
parte de los dos hijos ¿qué más te ha pasado aquí?
-Tener dos hijos, no hay con qué compararlo. Y en mi
profesión, me han pasado cosas increíbles, que nunca en el mejor de
los sueños habría imaginado, haber vendido doble disco de platino,
haber hecho más de 500 conciertos, que me hayan entregado Premios
Ondas... De todos los premios que haya me hayan dado un montón,
haber girado... Y saber que en los últimos diez años, haber escrito
tres o cuatro canciones que ya están dentro de la música popular y
lo comprobé en el festejo del Calderón de las canciones
significativas de los últimos 20 años de la Cadena Dial, a mí me
tocaron los últimos 10, pero el hecho de estar ahí cantando dos
canciones y el hecho de que las cantaran 40.000 personas es muy
fuerte.
-Has
trabajado con numerosos artistas ¿con quién tienes un “feeling”
especial?
-Eso depende del conocimiento de la cantidad de tiempo
que trabajas. Hay mucha gente con la que tengo mucho feeling y no he
tenido la oportunidad de profundizar, pero la relación que llevo más
larga de amistad ha sido con Dani Martín, por eso es invitado
también en este disco. Dani fue uno de los primeros músicos
españoles que escuchó mi primer disco, que saqué en el 2002 y que
me abrió su corazón, me dio la mano y me dijo “Bienvenido, me
encanta tu música” y eso no se me va a olvidar nunca. Un día le
llamé para grabar “Antes que ver el sol” y me dijo que sí. Y
por eso Dani siempre va a ser mi amigo, toda la vida, por más que
nos veamos cada tanto, que hablemos cada dos meses o que nos veamos
tres veces por año, pero siempre va a ser mi amigo.
-¿Con
quién te gustaría colaborar? ¿Quién te propones para la
siguiente?
-No me gusta planearlo, intento que eso sea siempre
espontáneo y mutuo. Esto es como el amor, no puedes pensar en el
amor platónico y pensar con quién te gustaría estar en pareja. Lo
importante es conocerse y que haya “feeling”.
-¿Cuándo
escribes una canción estás pensando ya en quién la va a cantar?
-No, hombre, si estoy pensando para quién, pero ese
quién es el público. Hay algunas que las escribimos juntos y otras
que si que te puedes imaginar a alguien. Pero lo importante es
escribir una buena canción, que es el mayor desafío y lo más
difícil y es lo que a todo el mundo le cae bien. Pero sobre todas
las cosas uno tiene que pensar en comunicar y esa comunicación se da
cuando hay un público que entiendo lo que vos estás diciendo, lo
acepta, lo adopta y lo disfruta y luego pone ahí sus sentimientos.
-De
tu largo nombre tienes dos muy revolucionarios Fidel y Ernesto, ¿Cómo
haces tu la revolución?
-Mi revolución es diaria, es pensar como pienso, decir
lo que pienso y vivir en concordancia con para lo que nací, que es
para hacer música. Esa es como mi propia revolución. Luchar día a
día por una revolución estética.
-”Color
esperanza” es uno de los mayores éxitos de tus composiciones ¿qué
te hace mantener la esperanza?
-No hay nada que te haga mantener la esperanza, lo único
que te hace mantener la esperanza es tu propio alma, el amor por los
que te rodean, el que te dan a ti. Sin esperanza no se puede vivir.
Odio la acepción frívola de la palabra. Una cosa es ver todo color
de rosa y otra es ser realista y además ser luchador. Porque la
esperanza es lucha. Y la desesperanza es bajar los brazos. El que
lucha es porque tiene esperanza y el que tiene esperanza lucha.
-¿Esa
lucha es la que llevas a cabo en el amor? Porque mantienes un
matrimonio duradero...
-Hombre hay que tener paciencia para todo. Hay que
escuchar al otro, ver al otro, ponerse en el lugar del otro, no hablo
solamente del amor de pareja, sino en las relaciones en general.
Estamos muy acostumbrados a tirar la toalla por cualquier cosa y yo
no creo que eso sea bueno. Yo no, no estoy acostumbrado a tirar la
toalla. Yo soy perseguidor, voy detrás de lo que creo a muerte y si
me tengo que pegar en la cabeza 20 veces para darme cuenta de que
tengo que ir por otro camino y no me doy por vencido por nada del
mundo.
-Si
no hubieras sido músico ¿qué te hubiera gustado ser?
-No lo sé, igual escritor. Si hubiera sido la misma
persona, creo que evidentemente, necesitaría algún canal artístico
para expresarme porque es una necesidad ya casi fisiológica,
psico-fisiológica, entonces si no hubiera sido la música quizá
hubiera sido alguna otra forma de expresión Igual arquitecto o
diseñador, algo que tenga que ver con la creatividad. Me apasiona
generar algo que no existe.
-Si
las letras las utilizas para exteriorizar ¿son autobiográficas?
-Son autobiográficas, pero no periodísticas, sino que
son metafóricas. Hay cosas que me pasaron, cosas que me gustaría
que me pasaran, que no me gustaría, hay ilusiones, hay
fantasías...hay de todo mezclado.
-¿”Nada
de esto fue un error”? ¿Te arrepientes de algo en tu vida?
-Los errores están para una sola cosa, para aprender.
No se puede aprender ni llegar a ninguna conclusión sin haberse
equivocado. El error se transforma en algo enriquecedor. Entonces
borrar algo sería de cobardes, uno es de las cosas buenas y las
cosas malas. Si los errores sirven para aprender pues “macanudo”
y si te sirven para darte con la pared... pues si no te quieres
equivocar no vivas. Cuando vives y haces hay dos cosas que te pueden
pasar: que te equivoques y que te critiquen.
Foto: Josefina Blanco. Europa Press.
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