El baile de las artes en tiempos del Covid

Cuando piensas en salir un fin de semana, sueles pensar en ir al cine, al teatro, a conciertos... Cuando te dicen que llueve, estás de resaca, o te prohíben salir por una pandemia...  La repuesta es domingo de peli y mantita, leer o escuchar música bajo techo. Hay artes que saben mejor con los años, así como el vino, algunas obras se conservan muy bien. Hay algunos a los que les favorece el día y el buen tiempo y a otros que les queda mejor la noche y esa luz de los focos, incluso los neones.

El escenario del salón de nuestra casa es un lugar difícil donde representar algunas disciplinas. No todas las materias se adaptan a las cuatro paredes de nuestro confinamiento de la misma manera.
Algunas han creado trampolines que les hacen saltar y caer de pie de un bonito triple salto mortal con tirabuzón hasta el sofá y se disfrutan con tanto gusto que están reincidiendo con mayor éxito cada fin de semana. Este es el caso de la poesía, de la mano de Elvira Sastre y #poesíaentusofá. Muchos poetas y enamorados de los versos están recitando sus poemas favoritos a través de videos en directo en sus perfiles de Instagram. Creando así, un clima de relajación, introspección y, a la vez, gestión de sentimientos que parece bastante útil en estos momentos. No lo digo por experiencia personal, sino por la acogida que está teniendo la iniciativa que comenzó el fin de semana 20, 21 y 22 de marzo para celebrar el Día de la Poesía (21 de marzo con el inicio de la primavera) y que ya va por su tercera edición.

Otras artes como el Cine siempre tienen su sitio en nuestro hogar, ya sea como excusa para echarse la siesta, comerse unas palomitas o arrejuntarse más en el sofá. El coronavirus va a paralizar multitud de estrenos y de producciones en marcha, pero lo que es consumirse, se va a consumir más que nunca, eso sí, prácticamente gratis. Plataformas como Netflix, HBO, Amazon Prime, Disney+, Movistar+, Filmin o Rakuten Tv tienen gran contenido y además están haciendo suculentas ofertas. Hoy en día el que no paga una de ellas, paga dos, o se la roba al cuñado o al vecino. También circulan multitud de WhatsApps con enlaces para ver gratis hasta las de estreno y para localizar las que están colgadas completas en Youtube.

La Música y el Teatro son dos de los grandes perjudicados, ya que uno de sus más preciados valores es la esencia del directo, de la inmediatez, de vivirlo y de que cada vez es diferente. Que llegue a nuestros sentidos en un determinado espacio y en una cuidada atmósfera son dos de los potenciales que tienen estas dos materias. Es cierto que la música se puede escuchar en disco, pero no es igual como resuene con los equipos sonoros que elijan los músicos o técnicos y con quién compartas la recepción del mensaje. También es verdad que el teatro se puede leer, pero de esta manera no se sienten igual las voces de los personajes, sus historias y su intencionalidad, dependerá más de tu imaginación.

Por un lado, algunos músicos si están reaccionando con directos desde sus atalayas de aislamiento. Y los que mejor y más fieles podrán transmitir su esencia serán los cantautores. Compositores y músicos acostumbrados a los conciertos en salas pequeñas están teniendo una mayor facilidad a pasarse a los directos de Instagram, haciendo hasta festivales, mientras que las grandes estrellas que ofrecen espectáculos multitudinarios tendrán un mayor hándicap sin su despliegue técnico y tecnológico.

Pero, para callar bocas, ya está Lady Gaga preparando un concierto benéfico con muchas y muy grandes celebrities invitadas para el sábado 18 de abril. Alanis Morissette, Andrea Bocelli, Billie Eilish, Billie Joe Armstrong, Burna Boy, Chris Martin, David Beckham, Eddie Vedder, Elton John, Finneas, Idris and Sabrina Elba, J Balvin, John Legend, Kacey Musgraves, Keith urban, Kerry Washington, Kang Lang, Lizzo, Maluma, Paul McCartney, Priyanka Chopra Jonas, Shah Rukh Khan y Stevie Wonder. Para los presentadores también se ha apostado por lo mejor de la escena: Jimmy Fallon, Jimmy Kimmel y Stephen Colbert. Además, la pop star, donará la recaudación de 33 millones de euros a la OMS y la investigación para conseguir una vacuna para el Covid-19.

La industria musical es uno de los sectores que ya se ha dado cuenta de la que se avecina para tantas familias que viven de ella y se ha levantado lanza en alto a pedir el apoyo del público. Como si de un festival se tratara han puesto a rodar un cartel de una campaña de sensibilización, #SomosMúsica, para que no decaiga. Pidiendo que la gente no devuelva sus entradas para conciertos cancelados por la pandemia, si no que esperen a las nuevas fechas acordadas para los aplazamientos. Que se consuma música en streaming y se luche por defender una de las artes más intrínsecas al ser humano.

A esta iniciativa se suma el paro de 48 horas de cultura en redes, los días 10 y 11 de abril para concienciar de lo que sería una vida sin cultura. Para valorar, apreciar y cuidar lo que se merece a todos los profesionales que están detrás de la oferta cultural tan rica de la que disponemos hoy en día.

El Teatro ha abierto las miras para hacerse un hueco en esta parrilla instagramera y youtubera y ha subido obras completas, incluso compañías tan taquilleras como Cirque du soleil, aunque sin un gran resultado. Microteatro por dinero se ha lanzado a poner en su web la venta de entradas a un euro para verlo on line.

A pesar de todo, haciendo balance entre unas y otras Artes, convertidas hoy en mercados de masas y del entretenimiento, termino por confirmar que al Teatro le ha tocado bailar con la más fea. Es cierto que al Teatro le quedan fatal los focos de la tele, grabado pierde todo el glamour, tampoco es un espectáculo que se pueda representar con su debido caché en el salón de una casa y no se siente nada si se lo mira a través de una pantalla en lugar de mirarlo a los ojos. Esperando que a la vuelta del encierro sus pretendientes no se hayan olvidado de este buen partido y ardiente amante que es el Teatro. Y la mejor y más rápida de las recuperaciones para todas las artes que se dan cita en este extraño e inhóspito baile.