miércoles, 30 de septiembre de 2015

Construyendo sonrisas

Hace ya casi un año Marlango nos cautivó con un nuevo disco, el sexto de sus doce años de carrera, en el que ya son únicamente un dúo. Leonor Watling y Alejandro Pelayo con El Porvenir, un álbum de 11 cortes, todos ellos en castellano, llenaron el sábado 26 de septiembre la sala Penélope de Madrid. Los apasionados de las historias de Leonor, sus emociones, situaciones y circunstancias que nos pasan a cualquiera; y el compás de Alejandro y sus leves, ligeras o desgarradas melodías asistieron a la llamada de sus artistas favoritos.

El festival Granapop y Operación Smile organizaron el evento que arrancó con Matellán y Mäbu para tocar los corazones de los presentes que estaban aportando su granito de arena al proyecto de esta ONG, ayudar a devolver la sonrisa a niños con labio leporino.

María Blanco presentó a Marlango, cabeza de cartel, y compartieron escenario interpretando Quédate a dormir a dos (preciosas) voces.

Leonor acarició cada palabra que susurraba y paladeaba con su tono grave, profundo y sensual decía "Porvenir" y otras fórmulas en francés. Juguetea con las sílabas los ritmos y las tonalidades con todo su registro cuando dice "Puede". Pero dos segundos más tarde alzaba la voz para desgarrar un lamento, sacando las uñas para decir "Dinero" como el tema que canta con Enrique Bumbury en el estudio. Esta gata sabe caer de pie y defenderse panza arriba dicen a gritos sus canciones. La eterna belleza que la presenta, esconde a toda una guerrera. Ya cumplida la cuarentena, tiene tiempo y aptitudes para la interpretación, la música y, además, ocuparse de su vida familiar, cuidando de sus dos hijos.

Mientras, Alejandro hacía bailar sus dedos sobre el teclado como si fuera el escenario y sus manos una compañía de ballet y con la sensibilidad de la seda se desplazaba por las teclas. Sus falanges, a momentos ligeras y alegres, daban ritmos vertiginosos; a momentos severas y graves, ofrecían profundidad a los dramas de Marlango.

Cuando Leonor presentó a la banda hizo un inciso en el rumor de la sala "Perdonad, no quiero molestaros, sé que tenéis una conversación super interesante con aquella persona que hacía mucho que no os veíais o con quien acabas de conocer, que os estáis contado cosas super importantes... pero, el motivo de este concierto, esto si que es importante".


Marlango, Mäbu y Matellán lo pasaron de lujo sobre las tablas, compartiendo e intercambiando letras, micrófonos y músicos unos con otros. Leonor cerró su actuación con No mires a los ojos de la gente de Golpes Bajos, un tema que ya ha incorporado a su repertorio, a dúo con Davile Matellán.

Pero, aunque se divirtieron sin duda y terminaron todos sobre el escenario cantando juntos Donde cruza la frontera, no se puede negar que se volcaron en que el concierto no perdiera su carácter solidario y no dejaban de citar la causa que los había citado allí, para concienciar y ayudar a devolver, construir y reconstruir sonrisas de aquellos que en algún momento la perdieron.


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